20 poemas de
amor y una
canción
desesperada
Cuerpo de
mujer,
blancas
colinas,
muslos
blancos,
te pareces
al mundo en
tu actitud
de entrega.
Mi cuerpo de
labriego
salvaje te
socava
y hace
saltar el
hijo del
fondo de la
tierra.
Fui solo
como un
túnel. De mí
huían los
pájaros
y en mí la
noche
entraba su
invasión
poderosa.
Para
sobrevivirme
te forjé
como un
arma,
como una
flecha en mi
arco, como
una piedra
en mi honda.
Pero cae la
hora de la
venganza, y
te amo.
Cuerpo de
piel, de
musgo, de
leche ávida
y firme.
Ah los vasos
del pecho!
Ah los ojos
de ausencia!
Ah las rosas
del pubis!
Ah tu voz
lenta y
triste!
Cuerpo de
mujer mía,
persistiré
en tu
gracia.
Mi sed, mi
ansia sin
límite, mi
camino
indeciso!
Oscuros
cauces donde
la sed
eterna
sigue,
y la fatiga
sigue, y el
dolor
infinito.
Pablo Neruda
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